Por cada cosa que perdemos, ganamos otra.
El accidente de esquí donde Greg Mallory quedá paralizado del pecho para abajo en 1994, no fue razón para detener su espíritu aventurero y amor por la vida.
"Supe que iba a estar en silla de ruedas unos 30 segundos después de caer en aquella colina, pensé ¿qué va a ser de mí? ¿qué tipo de vida voy a tener? quería cambiar lo menos posible."
Así que comenzó a practicar kayac.
Ahora ha completado su curso en aguas blancas clase V.
En el río, Greg encuentra fuerza, reto y sentido de vivir, dándonos un ejemplo de cómo superar los obstáculos con una actitud positiva y pasión.
Esperamos que les guste.
Y tú, ¿conoces gente como Greg?