Colaboración de Eva Sedá, guía de Río Secreto.
La chara yucateca (Cyanocorax yucatanicus) es una especie de ave paseriforme perteneciente a la familia Corvidae, la misma de los cuervos y las urracas. A los que vivimos en su área de distribución nos puede parecer una ave muy común: a menudo se la ve desplazándose en grandes grupos y es difícil que pasen desapercibidas ya que se vuelven muy escandalosas cada vez que detectan un intruso cerca del grupo. Pero no hay que olvidar que la chara yucateca es cuasiendémica de la península de Yucatán. Habita sólo en el sur de México (Quintana Roo, Campeche, Yucatán y Tabasco) y en las áreas adyacentes de Belice y Guatemala.
Uno de los aspectos más peculiares de la chara yucateca es su color: el llamativo dorso azul claro brillante contrasta con el negro de su cabeza, vientre y pico y con sus patas amarillas. Pero en los grandes grupos de charas observaremos que este animal luce otras dos combinaciones de colores según su edad. Las charas yucatecas jóvenes tienen las alas azules, pero el plumaje del vientre y la cabeza es blanco, y su pico y patas amarillos. Con la madurez, adquieren la coloración negra pero mantienen el anillo alrededor del ojo y el pico amarillos por unos meses más, al igual que las puntas blancas de las plumas internas de la cola.
No es sorprendente encontrar semejante distribución de edades en los grupos de charas yucatecas ya que éstas cooperan en el cuidado de los polluelos. Varios pájaros se encargan de ayudar a la pareja de un solo nido: a construirlo, a incubar los huevos y a alimentar a las crías y los ayudantes pueden ser de diferentes edades y sexos. Por este motivo raramente se observan a las charas peleando entre ellas.
Pero su organización social varía según la temporada: En invierno, la especie forma grandes agrupaciones de hasta más de cincuenta individuos, resultado de la unión de varios grupos reproductivos vecinos que pueden trasladarse a distancias de entre 500 metros a un kilómetro. En cambio, en la época de reproducción, durante las lluvias, las charas se integran en grupos más pequeños, formados por no más de quince aves.
Esta estructura social, inusualmente más compleja y variable de lo normal, se debe a que las charas pertenecen a la familia de pájaros considerados entre los más evolucionados e inteligentes. Además, las charas son omnívoras, adaptando su dieta de plantas y animales según varía su abundancia con las temporadas, característica también asociada a una gran inteligencia. De hecho, la familia Corvidae presenta una relación cerebro-cuerpo, en peso, igual a la de los grandes simios y las ballenas, y solo un poco por debajo a la de los humanos.
Su hábitat natural son los bosques secos subtropicales o tropicales y los bosques degradados. Por ello, esta especie no parece estar en peligro debido al rápido desarrollo de la "Riviera Maya" sino más bien todo lo contrario. Sin embargo, hay que tener en cuenta que su incremento poblacional puede ir aunado al perjuicio de otras especies.
Por ahora, las charas continúan alegrando la selva con sus colores y sonidos.
Y tú, ¿Conocías a las charas yucatecas?
Imágenes:
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