Microbiodiversidad

Embebidas en la roca milenaria, existen millones y millones de pequeñas obras de arte de la naturaleza que si sabemos interpretar y comprender, nos pueden contar historias tan antiguas, que nuestros más aventurados pensamientos apenas pueden imaginar. Cada una de ellas, formá alguna vez parte de un diminuto ser vivo que nació, se desarrolló, se reprodujo y murió, dejando un legado que silenciosa y pacientemente, a través de eones, ha llegado hasta nosotros.

Foraminifera, es un término muy pocas veces escuchado fuera del ámbito científico y que sin embargo es muy importante para nuestro conocimiento sobre este planeta. Se trata de un grupo muy extenso y complejo de protozoarios (todo un reino aparte), seres principalmente unicelulares que a veces poseen características vegetales y a veces comportamientos del reino animal.

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Ilustración de foraminí­feros por Ernst HaeckelSe conocen más de 275,000 especies de foraminíferos, un número estratosférico si pensamos que todas las especies de mamíferos suman 5,700, apenas un 2% comparado con ellos. La gran mayoría miden lo mismo que el punto final de esta frase.

Estos seres ameboides, generalmente producen una "concha" llamada testa, formada principalmente de carbonato de calcio y que a veces es parecida a la de los caracoles o con diseños más complejos.

¿Qué historias nos pueden contar?

Los foraminí­feros son tan abundantes, que se calcula que anualmente producen aproximadamente 43 millones de toneladas de carbonato de calcio, siendo una parte muy importante de los arrecifes. De hecho las rocas utilizadas en la construcción de las pirámides de Egipto están formadas por miles de millones de foraminí­feros, llamados Nummulites.

Si sabemos interpretar la información que tienen, los foraminí­feros nos ayudan a reconstruir climas del pasado gracias a que se depositan en capas a lo largo del tiempo y cuando se obtiene una muestra vertical, se pueden "leer" gracias a la bioestratigrafí­a y dar datos muy precisos sobre la edad de las rocas. También gracias a los patrones de distribución de las especies, se pueden conocer corrientes oceánicas antiguas. Han sido utilizados para hallar potenciales depósitos de petróleo, donde incluso se puede conocer la temperatura de formación.

Las especies actuales se utilizan como indicadores de la salud de los arrecifes, ya que son muy sensibles a la acidificación o los cambios climáticos.

En arqueología se puede saber de dónde provienen materiales de construcción, gracias a la "Firma fósil" que dejan estos organismos.

En la región donde está Rí­o Secreto se han llevado a cabo estudios paleoclimáticos con foraminíferos en varias partes, que junto con indicadores como algas, moluscos y corales entre otros, nos abren una ventana gracias a la cual hemos podido comprender la formación de la Pení­nsula de Yucatán, así como de los espectáculos naturales que son las cuevas inundadas y semi-inundadas, como Río Secreto.

Y tú ¿conocí­as ya a estos interesantes organismos?
forams

Imagen Haeckel: http://geologyinart.blogspot.mx/2010/11/foraminiferal-sculpture-park-question.html
Foto: http://www.palaeo-electronica.org/blog/?paged=2

Río Secreto

Reserva Natural es un sistema de cuevas semi-inundadas, un río subterráneo de extraordinaria belleza.

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