Mar Tec Sin duda, “la catrina” es uno de los íconos más representativos en México, cuando una persona piensa en el “Día de muertos” es inevitable no pensar en este inconfundible personaje. Pero… ¿te has preguntado por qué representa esta festividad? Esta figura es mucho más que una simple calavera decorada, encierra una rica historia y un significado profundo que da honor a este gran día para los que fueron nuestros seres amados.
En el siglo XIX y principios del XX, el término "catrín" hacía referencia a un caballero distinguido y elegantemente vestido, a menudo acompañado de una dama que compartía sus mismas cualidades. Esta representación era un ícono emblemático de la alta sociedad mexicana de la época y, desde ahí parte la historia de esta íconica figura.
¿Cuál es su origen?
La catrina, originalmente llamada “La calavera garbanzera”, fue creada por ilustrador mexicano José Guadalupe Posada a principios del siglo XX y bautizada por el muralista Diego Rivera. Posada era un talentoso grabador y caricaturista de Aguascalientes, que satirizaba la sociedad y la politica de su tiempo en sus obras, una de las carcaterísticas que las representaban es que remarcaban la importancia de las festividades para la cultura de México. La catrina fue originalmente concebida como una crítica a la aristocracia mexicana y su obesesión por adoptar la moda europea a expensas de sus raíces indígenas.
Y… ¿cuál es la historia de esta peculiar calaca?
Su historia inicia desde 1910, cuando se popularizaron escritos satíricos actualmente conocidos como “calaveritas”, en donde criticaban tanto a la situación del país como a la alta sociedad y sus estípulos. Normalmente cuando salían estas escrituras burlescas solían acompañarlas con una ilustración de esqueletos semivestidos a corde a la situación.
En 1912, cuando José Posada dió vida a su creación a “La calavera garbancera", un dibujo que tenía como objetivo criticar a las mujeres que lograban tener el estatus social deseado y se avergonzaban de sus raíces, dejandolas a un lado y seguir con tradiciones del exterior.
El aspecto original de la calavera garbancera es del pecho para arriba, sin ninguna prenda extra nada más que un sombrero pomposo y una sonrisa distintiva, sencillo pero deslumbrante a la vez y claro, algunas veces les colocaba moños detrás de las orejas reflejando a las empleadas domésticas de ese tiempo.
En 1947, Diego Rivera retomó este peculiar personaje y lo añadió en su mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” es ahí cuando la bautizó como “ La catrina”, complemetando la gran obra de José dibujándola de cuerpo completo y ahora sí, con vestidos y sombreros elegantes. Una manera de simbolizar el cambio de estatus de la calavera de un inicio.
¿Cuál es su relación con el “Día de Muertos”?
Como te pudiste dar cuenta, su creación no tiene alguna relación con esta tradición sin embargo, desde el mural del señor Rivera dio inicio a la transformación esencial de la calavera burlesca a un símbolo de tradición.
A medida que se celebra esta festividad a lo largo de México y en muchas comunidades mexicanas en el extranjero, La Catrina se convierte en una representación viva de la muerte. Las familias crean altares dedicados a sus seres queridos fallecidos, llenándolos con ofrendas de comida, bebida, flores y objetos personales. En estos altares, La Catrina es a menudo una invitada especial, recordándonos la necesidad de honrar y mantener viva la memoria de quienes han partido. También es comúnmente representada en forma de calaveras de azúcar y figurillas de cerámica en los altares. Estas representaciones, a menudo decoradas con colores brillantes, sirven para simbolizar la alegría y la celebración que acompañan al Día de Muertos.
¿Cuál es su significado?
Más allá de su creación satírica, la Catrina ha evolucionado para convertirse en un símbolo central del Día de Muertos en México. La festividad se celebra el 1 y 2 de noviembre, y es un momento para honrar a los seres queridos que han fallecido. Pero esperense… aunque la muerte es un tema constante en esta celebración, no se trata de una conmemoración triste, sino de una festividad colorida y alegre que celebra la conexión entre los vivos y los muertos. Una manera muy linda de recordarnos que no se han ido del todo y que siempre estarán presentes con nosotros.
Y claro, nuestra gran catrina es nuestra representación simbólica e íconica en esta tradición, pero ojo, hay que dejar en claro que no es para fines de terror, sino como una forma de representar la inevitable igualdad de la vida y la muerte. La Catrina nos recuerda que, al final, todos somos iguales, independientemente de nuestra posición social, riqueza o estatus. Aunque claro, México tiene diversas culturas y en cada región suelen ilustrarla a su cultivo. Es un recordatorio de la importancia de mantener nuestras raíces culturales y de no perder nuestra identidad en la búsqueda de la modernidad.
La Catrina personifica la celebración de la vida a través de la remembranza de los que ya no están entre nosotros. Esta icónica figura es una manifestación del profundo respeto y cariño que la cultura mexicana tiene hacia sus antepasados y una afirmación de que la muerte no es el final, sino una parte esencial del ciclo de la vida. La Catrina y el Día de Muertos están inseparablemente entrelazados, recordándonos la importancia de la memoria y la celebración en medio de la pérdida.
